Escuchando a las Personas Sordas: Superando la Injusticia Epistémica Discriminatoria

Introducción: El Poder de Comprender

La vida es un relato, una narrativa construida por nuestras experiencias, emociones y relaciones. Pero, ¿qué ocurre cuando una parte de esa narrativa es incomprendida o, peor aún, ignorada?. Este artículo te llevará a un viaje para explorar la Injusticia Epistémica Discriminatoria Hermenéutica (IEDH) ⁽¹⁾ y cómo afecta a las personas Sordas. Descubrirás cómo esta forma de injusticia mina la capacidad de las personas Sordas para transmitir conocimiento y dar sentido a sus experiencias sociales.

IEDH: El Enigma de la Incomprensión

La IEDH es un concepto complejo pero fundamental que se ha aplicado a las personas Sordas y es un problema que a menudo pasa desapercibido. Se manifiesta cuando un grupo de personas o incluso profesionales no puede comprender completamente la experiencia social de una persona Sorda debido a la falta de recursos interpretativos ⁽²⁾. ¿Qué significa esto en la vida cotidiana de las personas Sordas? Piensa en una conversación en la que no se entiende lo que dices. O imagina que eres un músico, pero nadie te da un instrumento para tocar. Esto coloca a la persona Sorda en una posición de desventaja, ya que su credibilidad se ve reducida y su capacidad para dar sentido a su experiencia se ve socavada. Lo más importante es que esta injusticia ocurre incluso antes de que comience la comunicación, dejando a las personas Sordas en una situación de marginación hermenéutica.

Las Narrativas de la Vida: La Identidad Sorda

Cada uno de nosotros se narra a sí mismo, construyendo una narrativa de nuestra vida. Las personas Sordas no son diferentes en este aspecto. Su identidad se forja a través de experiencias y relaciones con los demás, y está intrínsecamente ligada a sus interacciones con el entorno. La dimensión narrativa de su identidad no solo es una forma de contar su historia, sino también una dimensión ética importante. Cuando se les niega la oportunidad de contar su historia completa, se les está negando una parte esencial de su identidad.

Ejemplos de IEDH en la Vida Cotidiana

Para comprender mejor esta forma de injusticia, es útil examinar ejemplos concretos de la vida cotidiana de las personas Sordas. Imagina a una persona Sorda en una reunión social. Todos a su alrededor están animadamente inmersos en la conversación, pero ella se siente excluida. Su voz queda silenciada, sus ideas no son comprendidas y su presencia se desvanece en el trasfondo de la conversación.

Otro ejemplo se puede encontrar en el ámbito educativo, especialmente en las escuelas de aulas integradas o inclusivas (escuela de oyentes que admite, integra o incluye a niños Sordos). Un estudiante Sordo, que a pesar de su inteligencia, curiosidad y deseos de aprender, se encuentra con la falta de recursos interpretativos que ayuden a entenderle mejor. Mientras sus compañeros oyentes participan activamente en las discusiones en clase y comparten sus opiniones, él queda relegado al margen, incapaz de expresar sus pensamientos u opiniones. Esta injusticia no solo socava su autoestima, sino que también limita su acceso al conocimiento.

La Dimensión Ética de la IEDH

La IEDH va más allá de la simple falta de comprensión. Es un problema ético que afecta profundamente las vidas de las personas Sordas. Cuando marginamos o discriminamos a las personas Sordas al no proporcionarles los recursos necesarios, estamos tomando decisiones que tienen un impacto significativo en sus vidas. Esta injusticia tiene dimensiones morales y políticas, indicando la subordinación y exclusión de prácticas y experiencias que son de especial valor para las personas Sordas.

Superando la IEDH: Un Deber Ético

Superar la IEDH es una cuestión de justicia y respeto. Es un llamado a escuchar y comprender las experiencias de las personas Sordas para actuar y equiparar las oportunidades. No se trata de relacionarlo con el ámbito académico o de la necesidad de un intérprete de lengua de señas solamente. Se trata de reconocer la importancia de proporcionar los recursos interpretativos necesarios.

A través de la empatía, la inclusión y el respeto por las voces de las personas Sordas, podemos construir un mundo en el que todos sean escuchados y comprendidos. Superar la IEDH es un paso crucial hacia un futuro más equitativo y justo para todos. Escuchar, comprender y actuar son las claves para desentrañar este enigma y construir un mundo más inclusivo.

Conclusión: Despertando la Conciencia y Actuando

La IEDH es una realidad que no debe pasarse por alto. Debemos tomar medidas para comprender y superar esta forma de injusticia que afecta a las personas Sordas. Es una cuestión de derechos humanos y ética. Al tomar conciencia de la IEDH, podemos empezar a cambiar las actitudes y prácticas que perpetúan la marginación de las personas Sordas. Para abordar esta injusticia, es esencial que las personas se eduquen y sensibilicen sobre las realidades de las personas sordas, y que se promueva un enfoque inclusivo en todos los aspectos de la sociedad.

El camino hacia la justicia comienza con la voluntad de escuchar, aprender y actuar. La IEDH es un enigma que podemos desentrañar juntos. Al final del día, se trata de construir un mundo en el que todas las voces sean valoradas y comprendidas, un mundo donde la diversidad sea celebrada y respetada. El desafío de superar la IEDH es un llamado a la acción y una oportunidad para un mundo más inclusivo y justo.

Notas: